Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, que es cada vez más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y
gracias a Internet está siendo difundida.
Os recomiendo su lectura porque es verdaderamente conmovedor este corto texto escrito por uno de los Latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos.
*****
“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta
de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo
lo más que pudiera”.
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva
pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que
significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que
cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría
cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás
duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me
tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi
cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar
que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que
envejecen cuando dejan de enamorarse!
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese
a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez,
sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He
aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma
de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su
pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene
atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro
hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero
realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me
guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el
guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría “te
quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para
hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que
nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te
olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy
puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no
esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega,
seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una
sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para
concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que
los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles
“lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las
palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor
la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos
y seres queridos cuanto te importan.”
“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta
de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo
lo más que pudiera”.
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva
pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que
significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que
cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría
cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás
duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me
tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi
cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar
que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que
envejecen cuando dejan de enamorarse!
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese
a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez,
sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He
aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma
de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su
pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene
atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro
hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero
realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me
guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el
guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría “te
quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para
hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que
nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te
olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy
puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no
esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega,
seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una
sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para
concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que
los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles
“lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las
palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor
la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos
y seres queridos cuanto te importan.”
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8 comentarios:
preciosa y emotiva cada letra que ha dejado escrita, una lección para aprender
besos
Hola George, vengo a darte un abrazo fraternal y un beso, pues hace mucho que nom te visito, pero no por eso no te tengo en cuenta, te dejo mi cariño y me pongo ya a leerte un rato, que todo este bien en tu vida y seas muy feliz.
anngiels
www.enmemoriadetuamor.blogspot.com
García Márquez con sus palabras hace vibrar hasta el firmamento el tiempo es el mejor profesor que nos da la vida, y hay que llevarse bien con él para recoger de él la mejor de sus enseñanzas.
Besitos George.
Pd: Me alegra que pudieses escuchar el programa, jaja yo me embalo como si hubiese pisado la cascara de un platano jaja pero en fin soy así de nerviosa que le vamos hacer. Muackkkkkkkk
G.G. Márquez, uno de mis escritores favoritos y que he seguido muy de cerca cada vez que saca una nueva obra...a pesar de que la gente creyó que se le habían volado las musas cuadno después de recibir el Nobel, estuvo siete años sin escribir y reapareció con un estilo completamente distindo con "el maor en los años de cólera".
Maravillosa carta de despedida ésta que expones y que corrió hace cinco o seis años por la red sin que G.G. Márquez padeciera enfermedad de esas caracterísiticas...Quizás ahora ya lo esté por razones obvias de edad...No obstante quien lo haya escrito es un gran conocedor de su pluma.
Estuve muy liada este mes y sin tiempo de visitar a mis amigos bloggeros:)..ya estoy de vuelta y de a poquito os iré visitando y leyendo a todos.
Un beso grande
george
tan interesante como distante, perdona a esta mente q no es capaz de recordarte..
pero platicame... de donde eres?
...
(lamento no responder antes)
¡Maravilloso tu homenaje! El maestro no muere, seguirá eternamente vivo en cada una de sus letras y en las sensaciones y emociones que éstas provocan y provocarán en sus millones de lectores.
Otro beso.
Es precioso, George. La verdad es que deberíamos aprovechar cada segundo de la vida como si fuese el último, procurando no detenerse demasiado en las contrariedades que nos sucedan y gozando al máximo de los buenos momentos, y procurar hacer la vida más fácil a todos los que nos rodean, familiares, amigos...
Besos.
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