viernes, 31 de agosto de 2007

FINAL ESPERADO

Edward Munch
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la novela: ONCE MINUTOS
¿Final: feliz, esperado, triste, normal, obligatorio, fácil?
¿están hechos uno para el otro?
Han vivido muchas experiencias juntos,
ella es sorprendido por lo que puede ofrecer la vida,
entraba en el mundo grande sin prejuicios,
conocía a muchos hombres, pero se decide por uno,
¿cual es la razón de esta decisión?
-encontrar la respuesta que hay que vivir (ahora) y no esperar hasta más tarde.
-la experiencia sado/maso que no la convenció pero que le daba una visión mas amplia de la sexualidad y de su cuerpo.
-la experiencia de dos cuerpos explorándose, acariciándose, sentir la ansía de sensualidad total sin satisfacción final, guardando el deseo dentro de si.
- el encuentro del sexo suave, despacio y entero, que satisfacía mucho mas que cualquier anterior:
(cito de once minutos)
"Nuestro encuentro era como estar en el paraíso, todo sin prisa , caricias para excitar al otro, para preparar al querido, tocando senos, nalgas, sexos, estábamos hechos uno para el otro porque el conseguí pensar como mujer y yo como hombre. Teníamos tiempo, ternura y conocimiento el uno del otro. A medida que me penetraba y me tocaba al mismo tiempo, sentí que no solo me lo estaba haciendo a mí, sino a todo el universo. Su sexo se quedó inmóvil dentro de mí, mientras sus dedos se movían rápidamente, y... yo tuve el primero, el segundo y el tercer orgasmo seguidos, el placer era tan grande, podría aguantar más pero...
... y de repente, una especie de luz explotó dentro de mí. Ya no era yo misma, sino un ser infinita-mente superior a todo lo que conocía. Cuando su mano me llevó al cuarto orgasmo, entré en un lugar dónde todo parecía en paz, y mi quinto orgasmo conocí a Dios.
Era el paraíso. Yo era la tierra, las montañas, los tigres, los ríos que corrían hasta los lagos.
El se movía cada vez mas de prisa, y el dolor se mezclaba con el placer... la respiración mas rápida, las uñas arañando, y mi sexo golpeando con fuerza su sexo, carne con carne, hueso con hueso, sabía que era el momento, sentí que todo mi cuerpo se relajaba, que dejaba de ser yo misma, ya no oía, ni veía, ni sabia el gusto de nada, simplemente sentía.
¡Vamos!
Y me fue, con el. No eran once minutos, sino una eternidad, era como si los dos hubiéramos salido del cuerpo, y caminásemos, en profunda alegría, comprensión y amistad, por los jardines del paraíso. No sé cuanto duró, pero el tiempo volvió, oí sus gritos y grité con el. Y él salió de mí, se reía, me volví hacia él y también reí, nos abrazamos como si fuese la primera vez que hacíamos el amor en nuestras vidas..."
nota:
Este pequeño resumen intenta aproximarse al texto del libro pero solo puede dar un poco idea de la belleza de la historia y de la profundidad de los conocimientos del escritor. He leído muchos libros y artículos que tratan del sexo, pero ninguno me impresionó tanto como este, se nota que está relacionado con la vida real, construido con pensamientos profundos, secretos y soñados de muchos que no atreven expresarlos, ni mucho menos vivirlos en la vida real.
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Gracias Paulo por esta historia tan hermosa.

martes, 21 de agosto de 2007

...lo recibí todo.

Cuando no tuve nada que perder, LO RECIBÍ TODO.
Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mi misma.

Cuando conocí la humillación y la sumisión total, fui libre. No sé si estoy enferma, si todo fue un sueño, o si sucede sólo una vez. Sé que puedo vivir sin eso, pero me gustaría hacerlo de nuevo, repetir la experiencia, ir más lejos de lo que he ido.

Estaba algo asustado por el dolor, pero no era tan fuerte como la humillación; era solo un pretexto.
En el momento en el que tuve el primer orgasmo en muchos meses, a pesar de los muchos hombres y de las muchas y diferentes cosas que han hecho con mi cuerpo, me sentí --¿será eso posible?-- más cerca de Dios.
Recordé que los flagelantes de la iglesia, una practica hasta hoy en día, al ofrecer su dolor por la salvación de la humanidad, encontraban en ella el placer.
Yo no quería salvar a la humanidad, ni a él, ni a mi misma; simplemente estaba allí.

"El arte del sexo es el arte de controlar el des control"

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Lo de arriba es otra página del diario de María, escrito después de una sesión formidable de sado, para ella fue la primera vez. Después de humillaciones, latigazos, obediencia, azotes a las nalgas, todo con mutuo acuerdo, sin causar ningún daño, atada con las piernas abiertas, mordazas en la boca. Ella estaba lista, que era su esclava, su animal, su objeto, que haría cualquier cosa...
Y
Ella vi que él apoyaba el mango del látigo en su sexo. Lo frotó de arriba abajo y, en el momento en el que tocó su clítoris, ella perdió el control. No sabia cuánto tiempo hacía que estaba allí, no imaginaba cuantas veces había sido azotada, pero de repente vino el orgasmo que decenas, centenas de hombres jamás habían conseguido despertar. Una luz explotó; ella sentía que entraba en una especie de agujero negro en su propia alma, donde el dolor intenso y el miedo se mezclaban con el placer total, aquello lo empujaba más allá de todos los limites que había conocido... gimió, gritó como jamás había gritado, se sacudió en la cama...
Aquello era el dolor y el placer, el mango del látigo presionando el clítoris cada vez más fuerte, y "el orgasmo saliendo por la boca, por el sexo, por los poros, por los ojos, por toda su piel".

P.D. repetí este texto de nuestro Paulo, porque pienso que es una de los mejores descripciones de una vivencia sexual de una persona que quiere vivir plenamente.
(recomiendo leer 11 minutos)

martes, 7 de agosto de 2007

Del diario de Maria


¿Que es lo que el mundo quiere de mi?

¿Que no corra riesgos?

¿Que vuelva al lugar del que vengo, sin valor para decirle "si" a la vida?

***

Ya reaccioné equivocadamente cuando tenía once años, entendí que a veces no hay una segunda oportunidad, que es mejor aceptar los regalos que el mundo nos ofrece.

Claro que es arriesgado, pero ¿será el riesgo mayor que un accidente de trafico?

Si tengo que ser fiel a alguien o a algo, en primer lugar tengo que ser fiel a mí misma.

Si busco el amor verdadero, antes tengo que cansarme de los amores mediocres que encuentre. La experiencia de vida que tengo me ha enseñado que nadie es dueño de nada, todo es una ilusión, y y eso incluye tanto los bienes materiales como los bienes espirituales.

Aquel que ya perdió algo que daba por hecho (algo que ya me ocurrió tantas veces) al final aprende que "nada le pertenece".

***

Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder mi tiempo cuidando cosas que no son mías; mejor vivir como si hoy fuese el primer (o el último) día de mi vida.

(P.Coelho)