Hace años que no te veo en la "feria de libros" ni encuentro ninguna publicación tuya, ni veo "cosas" nuevas en el internet. Que te pasó? Para que no se olvida tu nombre ELISA copiare dos de tus MICROCUENTOS del libro "REALIDAD IMAGINARIA". Recomiendo mucho su lectura, una muestra buena hay en el internet. A mi, cuando los leí por la primera vez, me impresionaron muchísimo. De vez en cuando vuelvo con ellos y los disfruto de nuevo.
¿ tienes escrito algo nuevo ?
UN PAR DE LABIOS
Un par de labios empezaron a hablar. Se dijeron cosas que yo no pude escuchar. Un par de labios se empezaron a tocar, lentamente, torpemente... Un par de labios se estrecharon en una caricia íntima, carnosos y húmedos, como rosas abiertas. Una lengua se abrazó a la otra, una lengua se enroscó en la otra. La saliva de una boca empezó a ser la de la otra. Un par de labios se separaron. Un par de labios se dijeron adiós para siempre. Un par de labios se conocieron aquella tarde. Ya sé lo que se dijeron al principio: "Da-me un beso", sólo eso, ¿para qué más?* * *
EL CIGARILLO
Pegada a un cigarrillo paladeaba el sabor agrio de la nicotina en su garganta oxidada.–Marga, quieres más al tabaco que a mí.Marga reía, su compañero de toda la vida disfrutaba viéndola fumar. Era una artista del tabaco, levemente sostenido entre sus dedos, viajando delicadamente hacia su boca, sorbido en una aspiración frenética, diluido en una espesa humareda... Ella era la mujer del cigarro.–Marga, dame una caladita.–¡Pero si tú no fumas...!Mario reía, le gustaba bromear con su vieja amante...–Me vas a hacer desaparecer con tanto humo, Marga.–Imposible, tienes tanto volumen, sobresalen...Mario le tapó la boca en un beso apasionado. Su lengua sabía a miles de cigarrillos devorados por el fuego y la respiración, transformados en saliva y en ceniza, convertidos en un aliento entrecortado y sabroso...–¿Por qué no hemos podido compartir también el tabaco, eh, Marga?–Tus pulmones son demasiado delicados, tu aliento puro, sólo con mi lengua he dejado que probaras el placer del humo venenoso...Marga se quedó abstraída. El humo le hacía divagar, crear volteretas de aire contaminado y espeso, como los pensamientos. Mario le quitó el cigarrillo de los dedos y la atrajo hacia sí. Mientras el cigarrillo se consumía en un cenicero de barro Marga y Mario hicieron el amor por última vez. El cigarrillo botó del cenicero y quemó la alfombra. No se dieron cuenta de que estaban envueltos en llamas, sólo podían sentirse el uno al otro, no había otra sensación posible. Sus cuerpos carbonizados quedaron abrazados por sus sexos. Las ruinas todavía huelen a sudor, a pasión y a la saliva de Mario recorriendo el cuerpo humeante de Marga.* * *
Elisa, espero que oigo algo, de ti o de otra persona.
Con un cordial abrazo