martes, 21 de marzo de 2006

Relato de amor

La escritora austriaca Elfriede Jelinek hacia mucha revuelo en todos los medios después de haber recibido el premio Nobel de literatura, sobre todo con el libro: La pianista. Me gustaba, pero querría leer mas de ella. Me encantan casi todos los libros escritos por mujeres, tienen otro punto vista, te enseñan como ven el mundo. Tengo ya bastantes volúmenes de Elfriede, el ultimo es uno que escribió cuando ella era joven:
"LOS EXCLUIDOS"
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Pequeño resumen:
Se trata de un grupo de jóvenes que se sienten rechazados de su entorno y de sus familias. Están aburridos, tienen problemas con todo y se organizan para robar y maltratar a los viandantes. Pero dentro de este desastre surgen también amores.
Destaca una chica Sofia que viene de buena familia, tienen casa, deportista, nadar, tenis. Esta muy guapa, piernas largas, cuerpo perfecto,... pero es virgen!
Otro miembro del grupo: Un chico Roberto, de familia pobre, trabaja en una fabrica,...tiene un cuerpo de atleta, músculos, es muy fuerte. Le gustaria mucho hacer el amor con Sofia pero ella se sienta superior y el no consigue acercarse mucho.
Por fin los padres de Sofia van de viaje y la casa queda libre para un encuentro de los jóvenes.
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En la habitación de Sofia han puesto música, ella ordena a Roberto de asentarse en el sillón, de quitarse toda la ropa. Si, dice ella, quiero mirar como te masturbas, haz lo como si estuvieras en casa en tu habitación . Roberto dice que eso no puede hacer delante de ella. Sofia: quiero que lo haces delante mio! Roberto se pone rojo como un cangrejo y dice otra vez que no puede. Tienes que hacerlo, dice Sofia, si no, puedes marcharte ahora mismo, nunca mas entrarás aquí.
A Roberto le cuesta sacarse la ropa,esta nrvioso, casi no consigue abrir los botones de la camisa. La comenta, que no funcionará , que tiene vergüenza, pero ella dice que justamente por esto lo quiere, para que tenga vergüenza!
Roberto dice que hará todo lo que ella quiere, pero que no se aproveche de el! Justamente quiero aprovecharme, y quítate también los calcetines.
Asentada en un rincón, Sofia mira a Roberto desnudo y le explica que su libertad esta sometido bajo la voluntad de ella, que sabe que le hace daño, que la gusta martirisarlo en su carne, que la gusta identificarse con su carne que esta sufriendo. ¡Esto es libertad! Sofia esta hecha una bola en suelo, se muerde las uñas, ya casi no quedan.
Roberto dice que no entiende nada.
Ahora la chica le dice, si me lo pides, si tienes miedo de ti, no tienes que hacerlo, por tu propia voluntad puedes decidir, eres libre, ¿vale?
Pero Roberto quiere seguir, dice que va hacerlo, porque la quiere secretamente. Con poco animo mira a su colita, seguro no se levantará, garantizado! Ahora tienes que acariciarte, vamos, dice Sofia. La primera vez que no esta pálida, sino, tiene unas manchas rosadas en las mejillas, tiene pinta empezar a vivir. ¡Dice que quiere ver bien todos los detalles de el, que se debe sentar de tal forma para que ella lo ve bien, y encienda la lampara que hay encima de ti!
Lo hago porque te quiero, dice Roberto y empieza a tirar de su puntita, sin mucha suerte aprieta, golpea, estira su pobre capullo, que por el susto se ha encogido al mínimo. Da la impresión que se quedó sin fuerzas.
¿Eso es todo? pregunta Sofia. No, eso no es todo, tengo mucho mas para presentar, saca Roberto con dificultad de su garganta, se enfada cada vez mas con sigo mismo. El mira a Sofia y de pronto gana la frescura de la juventud y de la buena constitución, su cola se levanta como tiene que ser. ¡Han ganado la juventud y la salud!
Sofia se muerde un dedo tan fuerte que casi le parte en dos.
Cuando el dice por quinta vez, que lo hace por amor, Sofia dice, me da igual porque lo haces, tu solo tienes que hacerlo. Ella presiona sus manos contra su cuello ardiente, para enfriarlo un poco. Roberto se la trabaja frenéticamente, parece que intenta pasar un cable a través de una pared, pero solo se trabaja a si mismo. Sofia desea que eyacula, lo dice a el.
Roberto no quiere manchar la carisima tela del sillón con su semen, pero Sofia dice, no importa, puedes hacerlo, finalmente el sillón es mio. Muy bien, jadea el, voy a ensuciar tu bonito sillón, y lo ensucia en seguida. Pronto oleara todo mi habitación de pescado y esperma, piensa Sofia y dice rápido adiós a Roberto.
Nota: Al final de la novela los dos se quedan juntos.

9 comentarios:

Verso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Dra. Kleine dijo...

Wuooo!
por demás interesante.
me has dado una gran cátedra.!
Gracias!

Verso dijo...

Deberías borrar mi comentario anterior, no tiene sentido en éste texto.

Die Walküre dijo...

Siento no haber visitado antes...
Por este tiempo se me reducen un poco las horas libres...
Que relato!hay muchos autores que me falta investigar y ella es una...
Podría dar vueltas por algunos de sus textos,esto suena a que la recomendación literia es muy bien recibida...
Espero que te cuides mucho y gracias por el comentario...siempre es un placer visitar blogs tan interesantes...
Auf Wiedersehen!

LauKat dijo...

gracias por pasar por mi espacio...

y de alentarme para seguir con mis escritos...

saludos

Roberto dijo...

hombre un colega,,,
precioso lo que escribes
un saludo robert

Verso dijo...

Gracias por borrar el comentario anterior, pienso que no pintaba nada en éste texto, yo te hablaba de una foto y al quitarla...
Gracias por el enlace, no sé una palabra de alemán :-(

Feliz semana.

Anónimo dijo...

Como siempre fabuloso.
Besitos

Enigmática dijo...

Muy buen resumen, gusto encontrarte.