ME DEJARON SOLA EN CASA
Un espejo, frente a mi, reflejando me. Una corta camiseta blanca, sin nada debajo, y unos calcetines rojos son las únicas prendas que, ahora misma mi piel soporta sin rebelarse.
Soy Estrella, el sillón de piel acaricia mis desnudas nalgas y se adhiere a ellas, como una lapa, succionándolas; al inclinarme para alcanzar papel y bolígrafo, mi sonrisa vertical se hace más amplia y siento como sus labios devuelven besos sin pasión pero llenos de ansias.
Una suave luz ilumina la casa. Penetra en cada poro de mi piel esa agradable sensación de intimidad que me invita, siempre, a masturbarme.
En una mano el papel y el bolígrafo, ya no recuerdo para que están allí. Sobre los labios, mi pulgar ha cobrado vida propia y yo dejo que, por si mismo, vaya improvisando. La temperatura va subiendo en una escala irracional que mezcla emociones, fantasías, imágenes, latidos y espasmos. Mi memoria, como un puzzle, se deshace en pequeños fotogramas y uno a uno, entre mis muslos, van cobrando vida los amantes que tuvo. El espejo que tengo frente a mi me hace recordar mis amigas... la despedida de soltera de Verónica, el rincón oscuro, aquel desconocido que me regaló cuatro orgasmos inolvidables sin penetrar me... el viaje de fin de carrera, la boca de Julio tratando de encontrar mi clítoris a través de las bragas... aquel viaje en autobús atestado de gente, el señor gordo y sudoroso apretujado contra mis nalgas, notar como su erección iba aumentando hasta desearla con todo morbo del pecado... aquella vez en la piscina, la irrefrenable necesidad de masturbarme a la vista de todos que provocó el que me hundiera sin remedio en el momento del orgasmo, consiguiendo mezclar la sensación de ahogo con la de un increíble éxtasis...
De repente todo se detiene, la bajada es brutal y provoca una instantánea taquicardia. ¡Ella y El se han mezclado en una imagen bisexuada que, desde el espejo, me amenaza!
Poco a poco la calma se adueña del momento, mi pulgar se ha detenido y yace, inerte, con la uña introducida en mi sonrisa. Quisiera morderlo, pero no hay dientes bajo estos labios.
Y así, inercial-mente, mi mirada se pierde en el umbral de las sombras y me recuerdo que quería dejar constancia de cómo me siento en esta tarde de asfixiante verano!!!
Nota:
haciendo limpieza encontré este texto en un impreso sin nombre ni fecha.
¿será escrito por hombre o mujer? no importa, a mi me encanta y ya se, es otro texto entre miles que describe la masturbación.
